El Futuro del Empleo: Qué Debes Aprender para No Quedar Fuera de la Economía Digital

El Conocimiento como Clave para la Competitividad en la Era Digital

El mundo laboral está atravesando una transformación sin precedentes. La automatización, la inteligencia artificial (IA) y la digitalización están redefiniendo el mercado de trabajo, dejando atrás a quienes no logran adaptarse a estos cambios. La verdadera pregunta ya no es si la tecnología reemplazará empleos, sino quiénes estarán preparados para mantenerse vigentes en este nuevo escenario.

Según el Future of Jobs Report 2025, elaborado por el Foro Económico Mundial, hasta 92 millones de empleos podrían desaparecer a nivel mundial para 2030. En regiones como México y Latinoamérica, donde una gran parte de la población depende de trabajos manuales y de baja especialización, la falta de acceso al conocimiento agrava el riesgo de exclusión económica y social.

Para Mariana Levet, Directora Ejecutiva de Impulsera, la solución no es frenar el avance tecnológico, sino garantizar que nadie quede atrás. “La tecnología seguirá avanzando, con o sin nosotros, como lo ha hecho hasta ahora, incluso con mayor celeridad. La clave está en transformar el acceso al conocimiento en la base del desarrollo económico. Sin una educación que responda a los desafíos actuales, millones de personas quedarán fuera de la economía digital y sin oportunidades de crecimiento”, enfatiza la experta.

Tres Claves para Convertir el Conocimiento en una Ventaja Competitiva

1. De la amenaza futura a la transformación en marcha

Hace una década, pensar que una máquina reemplazaría empleos manuales parecía un escenario lejano. Hoy, tractores autónomos están desplazando jornaleros en el campo, los chatbots asumen funciones de atención al cliente y los algoritmos optimizan procesos en diversas industrias.

La transformación digital dejó de ser una proyección y se convirtió en una realidad. Ante esto, las empresas ya no buscan únicamente títulos académicos, sino colaboradores con pensamiento crítico, habilidades de planificación, creatividad y resolución de problemas. La clave para mantenerse vigente es apostar por un aprendizaje continuo y por modelos educativos que fomenten estas capacidades.

2. La desaparición de empleos obliga a replantear el mercado laboral

Los sectores que dependen de mano de obra no calificada enfrentan una crisis inminente. En el ámbito agrícola, hasta el 50% de las tareas estarán automatizadas en menos de una década. En los servicios, la IA ya reemplaza funciones administrativas, lo que reduce la demanda de personal en oficinas y centros de atención.

El impacto no es solo económico, sino también social. Millones de familias dependen de estos empleos como su principal fuente de ingresos. Sin acceso a educación y reconversión laboral, estas personas corren el riesgo de quedar fuera de la economía digital, lo que incrementará la pobreza y la desigualdad en la región, profundizando la inestabilidad social.

3. El conocimiento como base del desarrollo económico

La educación tradicional basada en la memorización ha quedado obsoleta. Se necesita un modelo que fomente la creatividad, la adaptabilidad y el aprendizaje continuo. Es urgente preparar a las personas para los empleos emergentes en la era digital, en lugar de seguir formando trabajadores para puestos que desaparecerán.

Además, las pequeñas y medianas empresas (pymes), que generan más de la mitad de los empleos en la región, deben evolucionar. La digitalización no puede ser exclusiva de las grandes corporaciones. Incorporar tecnología en los sectores productivos y capacitar a los trabajadores en habilidades digitales permitirá generar empleo de calidad y cerrar la brecha de exclusión laboral.

Comentario u Opinión

La transformación del mercado laboral es inevitable y quienes no se adapten corren el riesgo de quedar rezagados. Sin embargo, esta revolución tecnológica no tiene por qué ser una amenaza. Más bien, debe verse como una oportunidad para democratizar el acceso al conocimiento y garantizar que la educación se convierta en la piedra angular del desarrollo económico y social.

El futuro del empleo ya no dependerá únicamente de las máquinas, sino de la capacidad de las personas para reinventarse. Aquellos que entiendan esto y apuesten por el aprendizaje continuo serán quienes logren prosperar en un entorno donde la adaptabilidad y la innovación marcan la diferencia.

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