La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un tema reservado para foros tecnológicos y ha emergido como una herramienta transformadora en el sector público. Los gobiernos están adoptando esta tecnología con el objetivo de mejorar la calidad de los servicios, permitiendo que los ciudadanos accedan a ellos de forma eficiente y personalizada. Desde la gestión de infraestructuras hasta la respuesta a emergencias, la IA se está consolidando como un aliado estratégico que revoluciona la administración pública al agilizar procesos burocráticos, reducir costos y optimizar los recursos.
Revolucionando la Eficiencia Gubernamental
Alejandra Soberón, consultora tecnológica en SoftServe, una compañía global de tecnologías de la información (TI), destaca que la IA está redefiniendo la eficiencia en la administración pública. Dependiendo de la necesidad, se puede emplear en sistemas que gestionan el tráfico en tiempo real, plataformas que predicen la demanda de servicios públicos específicos o algoritmos que facilitan la gestión del agua. Un ejemplo clave es Estonia, un país con un gobierno digital avanzado, que utiliza la inteligencia artificial para simplificar la declaración de impuestos, votaciones electrónicas y el registro de negocios. Esto permite a las personas realizar trámites gubernamentales de forma eficiente en línea.
Casos de Éxito a Nivel Mundial
- Proyecto Surtrac (Pittsburgh, EE. UU.):
Implementado por la Universidad Carnegie Mellon, el sistema ajusta el tiempo de los semáforos en función de las condiciones del tráfico en tiempo real, gracias a la IA. El resultado es una reducción significativa en los tiempos de espera en las intersecciones y una disminución en el consumo de combustible para los conductores. - Autoridades Costeras de Singapur:
Usan inteligencia artificial para monitorear y optimizar el uso del agua mediante sensores y modelos predictivos. Esto ayuda a prevenir pérdidas en el sistema de distribución y posibles contaminaciones. - Infraestructura en Japón:
Mediante IA, se predice cuándo realizar mantenimiento en infraestructuras públicas, como puentes y carreteras. Los datos recopilados por sensores y fotografías detalladas ayudan a prevenir accidentes y reducir los costos de reparaciones no planificadas.
SoftServe también ha aplicado modelos de IA para detectar corrosión y roturas en barcos y estructuras marinas, lo que ha reducido significativamente las horas de trabajo manual y ha mejorado la seguridad en las operaciones de inspección.
Aplicaciones Futuras de la IA en la Administración Pública
- Seguridad:
La IA puede analizar datos en tiempo real para la prevención del crimen, la gestión de emergencias y la mejora de la seguridad ciudadana. SoftServe ha desarrollado un sistema para el reconocimiento automatizado de matrículas de vehículos, facilitando la verificación e identificación de delincuentes. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU. aplica machine learning para combatir el tráfico de drogas. - Plataformas Educativas:
La plataforma AYO, creada por SoftServe, personaliza la experiencia de aprendizaje para mejorar el rendimiento académico, ofreciendo información alineada con los intereses y aptitudes del alumnado. Además, la IA puede ayudar a crear herramientas educativas para estudiantes con necesidades especiales, promoviendo la inclusión. - Prevención de Incendios Forestales:
Analiza datos satelitales y meteorológicos para simular y prever la propagación de incendios, optimizando las respuestas. El Gobierno de EE. UU. utiliza aprendizaje automático para prevenir tormentas severas, huracanes e inundaciones.
Conclusiones: La IA Como Necesidad
La implementación de la inteligencia artificial en la administración pública no es solo una muestra de innovación, sino una necesidad imperante para afrontar los desafíos del futuro”, subraya Alejandra Soberón. Cuando se usa adecuadamente, esta tecnología puede mejorar la calidad de vida, hacer más eficientes los trámites y garantizar servicios inclusivos y equitativos. Su implementación transforma la cotidianidad de los ciudadanos, más allá de ser una herramienta tecnológica, convirtiéndose en un vehículo esencial para el progreso social.